La educación en línea es la mejor opción debido a la flexibilidad que ofrece. Pequeños ajustes y la elaboración de un cronograma pueden ayudar a los estudiantes a tener éxito en sus cursos con gran éxito. Reconocer las necesidades físicas, mentales y emocionales de un niño puede ayudar a los padres a aprovechar al máximo el plan educativo de su hijo.
Cada niño es diferente. Algunos son trasnochadores, mientras que otros son madrugadores. Y lo mejor de la educación virtual es la libertad de tiempo. Así que aprovecha y planifica asignaturas desafiantes cuando tu hijo esté más alerta.
Para los niños que se aburren fácilmente, divide el curso. Puedes dejar que estudien clases breves en un momento dado, lo que puede significar una clase a la vez o incluso media clase. Esto mantendrá su interés porque los temas irán cambiando. Esta técnica también hace que las tareas grandes parezcan menos abrumadoras.
Hay niños que no pueden cambiar de asignatura constantemente. Les resulta abrumador captar cosas e ideas nuevas una y otra vez. Para los que cambian de asignatura lentamente, puedes crear horarios en bloques y dejar que completen varias lecciones de un curso en lugar de dividir el día en muchas asignaturas. Esto los hace sentir cómodos y les facilita captar conceptos.
Estudiar en casa puede hacer que a menudo se acumule mucha energía. Algunos niños se vuelven traviesos para liberar toda esa energía extra que tienen. Puedes hacer que se tomen descansos posteriores para realizar una actividad física vigorosa que no solo los relajará, sino que también les permitirá mantener la atención durante más tiempo.
Aunque la educación virtual ofrece la libertad de estudiar en cualquier lugar que se desee, siempre es mejor estudiar en un lugar fijo y sin distracciones. El caos en el lugar de estudio puede provocar una gran pérdida de tiempo y también una pérdida de concentración.
Estamos rodeados de pitidos y pitidos constantes. Incluso un simple vistazo al mensaje de WhatsApp interrumpe la cadena de pensamiento y, a menudo, puede provocar una pérdida de concentración, lo que a su vez es tiempo perdido.
A menudo, los niños se irritan y se cansan de estudiar durante largas horas. A veces, resolver problemas durante las clases puede resultar agotador para su capacidad de atención. Los descansos de 5 a 10 minutos para tomar una bebida, dar un paseo por el jardín o acurrucarse con la mascota de la familia pueden calmar el temperamento de los estudiantes y despejar su mente para una mejor experiencia de aprendizaje.
Tómate el tiempo necesario para descargar todo el material relacionado con el plan de estudio del día siguiente. Decide qué es lo que debes estudiar al día siguiente. Esto te permitirá empezar temprano con una mentalidad renovada, en lugar de decidir qué es lo que debes estudiar en el momento.
Si presta atención a las acciones de su hijo mientras aprende, podrá entender mejor cómo estructurar el programa de aprendizaje. Ya sean grandes o pequeños, estos ajustes personalizados pueden mejorar la actitud de su hijo y eliminar las barreras para lograr el éxito académico.
Edwin Lim
Dec 05, 2017
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