Manejar a un niño que hace berrinches es uno de los mayores desafíos de la paternidad. La mayoría de los padres tienen dificultades para manejar esta agitación emocional y, a veces, resulta difícil controlar la situación.
Estos problemas son comunes en las etapas de desarrollo de la niñez. Sin embargo, se pueden controlar bien si se anticipan y previenen su aparición.
Según 'Medline Plus', la Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU. , estas rabietas son más
frecuentes y peores que cuando el niño tiene hambre, está cansado o enfermo.
El manejo de las rabietas puede ser fácil si se conocen las razones que se esconden detrás de estos arrebatos emocionales. Como padres, tutores o profesores, debemos saber cómo manejarlas, evitarlas y garantizar la seguridad del niño durante estas fases.
Estas rabietas suelen darse en niños de entre 12 y 18 meses. Suelen disminuir o rara vez se producen después de los 4 años.
Antes de analizar en detalle las causas de las rabietas, echemos un vistazo a los signos comunes de este problema.
Los golpes, los puñetazos, los gritos, los lloriqueos y las mordeduras son signos claros de este trastorno emocional. En este momento, el niño suele estar fuera de control. Existe la posibilidad de que se haga daño a sí mismo o a los demás debido a que estos arrebatos pueden derivar en un comportamiento destructivo.
La mayoría de estas reacciones se deben a la incapacidad de comunicar sentimientos con claridad, ya que el desarrollo del lenguaje del niño se produce en estas etapas. Este desarrollo continuo hace que el niño sea incapaz de expresarse, lo que a veces toma la forma de un estallido emocional.
Además, este comportamiento también puede ser una reacción a una acción en particular o incluso para manifestar una necesidad urgente. También se ha observado que algunos niños reaccionan de estas maneras para buscar la atención del adulto.
Tomemos un ejemplo. Los niños suelen mostrar reacciones fuertes cuando se les pide que dejen de hacer una actividad que les gusta. Seguramente habrás visto a niños llorando a gritos en el parque cuando los llevan de vuelta a casa. Estas señales de falta de cooperación también son visibles cuando les niegas el permiso para jugar más, o cuando les quitas los juguetes y les pides que estudien.
Otros hallazgos-
UNICEF comparte información relevante al respecto y amplía la lista de posibles causas. Afirma que esta frustración también puede deberse a un comportamiento regresivo de los niños. Esto se debe al estrés que experimentan mientras aprenden cosas o habilidades nuevas. En ocasiones, cuando el niño se siente incapaz de estar a la altura de los adultos, esta sensación de frustración conduce a problemas de rabietas.
También es importante tener en cuenta que estos arrebatos empeoran con el hambre, el cansancio y los problemas de salud, por lo que debemos buscar estas razones antes de implementar estrategias para manejar al niño con rabietas.
Mientras el niño presente estas señales, intenta distraerlo con algo que le resulte más interesante. Puede ser una actividad o simplemente tu sentido del humor.
Es mejor distraer al niño con algunos juegos divertidos como identificación de sonidos, juegos de adivinanzas, juegos de congelamiento y pistas, etc. Si la rabieta se debe a un determinado producto, trate de colocarlo lejos de la vista del niño.
Como la mayoría de los niños intentan llamar la atención mediante estos arrebatos, asegúrese de no alimentar esta parte de la "búsqueda de atención" de forma negativa. Al parecer, estas rabietas duran más si les presta mucha atención. Por lo tanto, trate de mantener la calma y no muestre ningún signo de "control directo" sobre el niño.
El manejo de las rabietas debe consistir en enseñarle al niño el arte de controlarse a sí mismo.
regular y debe quedar claro que no se está cediendo a nada
irrazonable.
Algunos padres alimentan la rabieta del niño con premios dañinos como un juego móvil para calmar el estado de ira. Es un error porque entrena la mente en el mismo patrón y hace que el niño se acostumbre más a este comportamiento. Pruebe otros métodos con el niño, pero absténgase de conformarse con cosas que le den un mal ejemplo.
Puede haber momentos en los que la pregunta sobre cómo manejar las rabietas te afecte como padre. Pero a pesar de todos los altibajos, debes ser coherente con el niño. Recuerda que, al igual que los adultos, los niños también necesitan un nivel de confianza.
Por eso, siempre haga promesas realistas y cumpla sus palabras. Si engaña al niño en
En cualquier momento, podría volverse aún más inmanejable.
Procura ser sincero y sincero con tus promesas, si es que llegas a hacer alguna. Debes evitar en la medida de lo posible las prácticas autoritarias, como las técnicas de aislamiento , ya que pueden dañar la autoestima del niño y empeorar el problema.
También es posible calmar a un niño que tiene rabietas con música. Esta es otra técnica eficaz para alterar el estado de ánimo y liberar el estrés de la mente del niño. Pruebe a utilizar canciones, rimas o cualquier forma de música instrumental que pueda mejorar el estado de ánimo.
Cante y anime al niño a cantar también. También puede sonreír para aligerar el ambiente, pero asegúrese de que no parezca que se ríe del comportamiento del niño.
Al abordar problemas de temperamento, es mejor prevenir que curar. Establezca expectativas claras con el niño. Asegúrese de que no haya retrasos por su parte en lo que respecta a las comidas, la diversión y el tiempo de descanso.
Como adulto, también debes mostrar un comportamiento deseable, de lo contrario, el niño podría...
¡Da por sentado todas tus palabras!
Por ejemplo, si usted es adicto al uso del teléfono móvil, será difícil explicarle al niño los efectos adversos de su uso excesivo.
Establezca algunas reglas claras y trate de mantener al niño ocupado. Enséñele la importancia de un entorno higiénico. Hable también sobre cuestiones de salud relacionadas con los gritos, los golpes o el llanto excesivos. Desempeñe bien su papel para evitar rabietas y aprecie lo suficiente al niño por desempeñar bien su papel.
Las técnicas de refuerzo han sido probadas durante años y funcionan muy bien con niños en las primeras etapas de la infancia y la escuela primaria.
Los educadores capacitados en plataformas de educación digital y las principales instituciones tradicionales hacen uso de estas estrategias en la enseñanza diaria, porque son algunas de las mejores formas de atraer la atención positiva de un niño.
Las situaciones de rabietas se pueden manejar mejor con amor y amabilidad, en lugar de
Medidas correctivas y acciones reprensivas.
Las formas sencillas pero atractivas de recompensar a los niños son las mejores para eliminar.
comportamiento indeseable
Las técnicas de refuerzo positivo, como el reconocimiento del buen comportamiento (por mantener la habitación ordenada o mantenerse bien por un tiempo determinado) funcionan de maravillas en estos grupos de edad.
Otra forma de hacerlo es utilizar elementos sencillos. Preséntale al niño un tarro o una cesta decorada. También puedes utilizar un cuadro con estrellas y cada vez que el niño haga algo bueno, se le puede otorgar una unidad. Una vez que el niño alcance el límite superior del juego (el número decidido de unidades), puedes recompensarlo con un regalo o un premio. ¡Estas emocionantes actividades van muy bien con los niños pequeños!
Lidiar con un niño que hace berrinches es más fácil si se tienen las habilidades de crianza adecuadas. Por eso, trate de ser razonable, lógico y paciente con el niño.
Intente evitar este tipo de situaciones desde el principio planificando con antelación. Créame, es la mejor solución para apaciguar las necesidades del niño sin provocar situaciones caóticas.
Por lo tanto, si se retrasa en la preparación de la comida o se queda atascado en algún lugar, la planificación previa le ahorrará a usted y a su hijo cualquier problema desagradable. Asegúrese de organizar los juguetes, la comida y la merienda del niño con suficiente antelación, ya que esto le ayudará a mantener la calma y a asumir la situación con facilidad.
Recuerde que fomentar las rabietas a una edad temprana puede conducir a una mala adaptabilidad.
habilidades más adelante en la vida.
En lugar de manejar una situación fuera de control, mientras luchamos por mantener la calma, siempre es mejor tomar el control y planificar con anticipación.
Otra forma de manejar las rabietas de manera consciente es animar al niño a que baje el tono de voz. Puedes decirle simplemente que lo escucharás solo cuando el tono y el volumen del niño coincidan con los tuyos.
Esto reducirá el caos de gritos y alaridos en lugares públicos, donde los niños a menudo comienzan a gritar para conseguir juguetes o comida.
Lidiar con problemas de temperamento puede no ser fácil siempre, pero con una crianza positiva y una estrategia podemos mejorar las cosas.
¡Pruebe estos consejos y formas de controlar las crisis de su hijo y, lo más importante, manténgase proactivo para evitarlas tanto como pueda!
¡Feliz paternidad!
Edwin Lim
Jul 27, 2021
¡Desbloquea tu Futuro Hoy – Inscríbete Ahora en la Mejor Escuela Americana en Línea!